Mientras el gobernador José Calzada llama a todos los sectores a entrarle al tema de la austeridad, la eficiencia y la calidad en todos los renglones, parece que en este estado todos, o casi todos, lo han entendido…Todos menos los que se supone, son nuestros representantes populares.
Y es que los salarios de los legisladores queretanos no solo merecen una nota aparte – cobraron cerca de 200 mil pesos en el primer mes – sino que además nos alertan sobre la dicotomía en el ejercicio del poder y su responsabilidad frente al electorado. Y no es que no entendamos la alta responsabilidad que tienen al deber hacer y rehacer leyes y dictámenes que afectan la vida cotidiana de los queretanos, sino que nos parece que los excesos en el recinto de 5 de mayo están, como decirlo elegantemente, fuera de la realidad.
Las imposiciones y negociaciones “en lo obscurito” de los señores legisladores para poner e imponer a sus “cuates” o “cuatas” en tal o cual puesto legislativo, aunado a la lentitud en los trabajos de las comisiones legislativas correspondientes, nos ponen a pensar en otras y anteriores legislaturas en donde, por cierto, algunos diputados repiten y que dejaron su huella por ineficientes, mediocres y corruptas.
Es recurrente escuchar las promesas de campaña de los legisladores y el cómo se estrellan con una realidad pesimista; los hombres del poder en el gobierno y en las cámaras, se refugian en la legislatura como un premio o un botín, donde no se llega a trabajar, sino a cobrar, acomodar cuates y a grillar.
Cuanto más?...Solo me queda claro que en este renglón, en el legislativo, nos parece que desde temprano se dan los focos de alerta sobre una cámara que cobra mucho y se mueve poco y que parecería solo se acomoda al trabajo y al arriesgue de un gobierno estatal que se juega el todo por el todo con el fin de de dejar huella…
Al final lo que como cada tres años nos venimos reiterando es…¿Para qué tantos, tan caros y tan malos?...Ni modo, parece que en este sector aún nos falta mucho por avanzar.
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